¡Buenas!
• El desayuno debe contener una base muy importante de farináceos ya sean cereales de desayuno enriquecidos, pan o galletas (siempre optando mejor por los integrales), junto con una ración de lácteos y un fruta rica en vitamina C de temporada como el kiwi, las naranjas, el pomelo o los fresones.
• La comida debe contener tres grupos de alimentos: verduras de temporada como las acelgas, el calabacín, la coliflor, las espinacas, la judía verde, la lechuga…, hidrato de carbono (pasta, arroz, patata, pan…) y proteína de origen animal o vegetal como las legumbres. La cena debería ser igual pero más ligera y de fácil digestión. Y sin olvidarnos del postre en ambas tomas, que debería de ser un lácteo o una fruta.
• La merienda, esencial para mantener nuestro metabolismo activo a lo largo de la tarde y llegar a la cena con energía. Podría ser a base de lácteos, fruta o cereal dependiendo de la ingesta diaria que hemos realizado, y si no hemos consumido una ración de frutos secos en todo el día, sería una buena opción incluirla en este momento.
• Por último, no nos olvidemos de la hidratación, deberíamos beber unos 2 litros de líquido al día en forma de infusiones, caldos vegetales y agua.
Si a todo esto le añadimos un poco de ejercicio físico, ¡ya tenemos un día saludable! Y si lo mantenemos como un hábito, ¡ya es perfecto! :-)
Buen fin de semana chic@s
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